El Premio Nacional al Diseñador de Moda, en su doble vertiente ha sido para Andrés Sardá, a la trayectoria. Perteneciente a una familia con un fuerte arraigo en el sector textil catalán y que creó su propia empresa en Barcelona en 1962, centrada en la fabricación de prendas íntimas femeninas.
Se ha convertido en un diseñador muy alabado por la crítica gracias a su buen hacer y creatividad, logrando triunfar en un sector de la moda tan particular como es el de la lencería y el baño, lo que le confiere un gran valor.